Seguro que a ti, querido lector, te gusta estar enterad@ de las noticias de tu país o comunidad, ¿cierto? A mí también, aunque mis intereses sean diferentes de los vuestros. Como perro, me interesa saber si mi amiga Shadow ya ha salido a pasear, si Nina está en celo, si hay algún perro nuevo en el barrio o las disputas territoriales: si fulanito ha orinado sobre el pis de menganito o al contrario… En fin, cosas que hacen la vida perra más entretenida.
Los orines de los perros son como un Diario Informativo.
Prevenir antes de curar
Este comportamiento viene de nuestros antepasados lobunos. Ellos delimitaban el territorio que ocupaban a través de marcas olorosas y visuales para advertir a otros depredadores que ese espacio estaba ocupado. Las marcas se usan para evitar conflictos: cuidado Sr. Oso, está usted entrando en territorio ocupado por lobos. La diplomacia ya existía en los lobos antes que en los humanos: prefieren usar advertencias para ahorrar vidas antes que usar la fuerza, porque si un miembro de la manada pierde la vida, se reducen las posibilidades de supervivencia del resto del grupo.
¿Por qué era tan importante definir los límites de un territorio?
CASA Y COMIDA
El territorio de una manada se compone de un espacio íntimo donde las lobas crían a sus lobeznos y los lobos descansan, se relacionan y se sienten seguros. Y otro espacio más amplio para cazar y buscar alimento. El primero lo defienden las hembras a garras y dientes con ferocidad, y el segundo es defendido por los machos. En época de apareamiento las señales se remarcan e intensifican.
Estas normas ancestrales han cambiado un poco para nosotros, los perros, puesto que nos hemos adaptado a la vida con los seres de dos patas. Para empezar, los humanos desperdician todo su pipí en un mismo lugar y no sirve pa’ ná. Ellos se “entienden” con carteles, controles fronterizos y vallas de seguridad. Nuestras herramientas son:
1- Orines informativos situados estratégicamente.
Es nuestra tarjeta de presentación individual: buenas, encantado, tengo esta edad, soy un macho anciano, vengo en son de paz, pero no me toques los c****** que me acabo de levantar. O: mira mis musculitos nena, soy un macho alfa, de esos que salen en las películas y tengo ganas de juerga. Así mismo, las hembras avisan de su celo a través del orín: aiss… espero que huela mi pis el macho que vive en el 4º C del portal de enfrente, estoy joven, sana, llena de energía y preparada para ser mamá.
2- Heces olorosas.
Nuestras heces también transmiten mensajes a través de los olores característicos que desprenden nuestras glándulas anales, aunque los humanos de bata blanca todavía no saben qué función tienen exactamente. En la sociedad actual sirven más bien poco porque, en cuanto defecamos, aquellos amos responsables recogen nuestra caca y adiós muy buenas al mensaje oloroso.
3- Marcas visuales.
Los machos muy dominantes hacen marcas arañando el suelo después de hacer sus cosas. Es como un toque de atención; una advertencia de que en ese lugar ya existe un macho alfa. Sin embargo, actualmente, ha perdido un poco de sentido al estar casi todo asfaltado. A mí nunca me ha dado por eso, la verdad: yo vivo y dejo vivir.
Cuando somos cachorros no le echamos muchas cuentas a los pipís pero cuando los machos nos acercamos a la madurez sexual (entre los 7 y los 14 meses de edad) comenzamos a levantar la pata. Quizá algunos, como yo, empezamos antes por imitación. Recuerdo con cinco meses comenzar a levantar las patas, estaba hecho un lío porque no sabía qué pata era la correcta. A veces meaba como una hembra, pero levantando la pata de delante… algo que le parecía muy divertido a mi amita. 🤦♂️😣 Hasta que por fin aprendí a dejar una Buena Marca, una marca bien alta para que nadie pudiera taparla.
Aunque tengo algunas restricciones: no puedo marcar encima de ningún pipí que esté sobre farolas, bolardos de la calle, bancos, coches o paredes, aunque sí puedo olerlos y saber quiénes son los que lo hacen. En general, el acuerdo es que puedo hacer pipí sobre aquello que huela a hierba, arbustos o tierra.
Algunos perros listillos orinan en las llantas de los automóviles porque cuando los coches se ponen en movimiento, esparcen sus olores individuales por zonas en las que no han estado realmente 😱🤪
En cuanto a las hembras, su orina es inspeccionada cui-da-do-sa-men-te; especialmente si está en celo. Si me gusta la perrita, orino encima de su pipí para que nadie más sepa que está en celo. Pero si hay otro pis de macho cerca de ese orín, paso de movidas y hago pis en otro sitio.
Entre nuestros antepasados los lobos, sólo marcaba la pareja dominante. Además, a veces orinan juntos en el mismo lugar para señalar su emparejamiento. Un ejemplo de humanos sería el “estado” que ponéis en vuestro Facebook: casado, soltera, relación abierta, etc…

Seguratas innatos
En nuestra genética se encuentra la necesidad de defender y delimitar un territorio. Los humanos se dieron cuenta pronto de este instinto y nos encomendaron la tarea de vigilar sus propiedades frente a desconocidos. Para los humanos de nuestro siglo, es costumbre mostrarse hospitalarios desde un principio gracias a la sensación de seguridad que tienen en su estado de bienestar. Pero los perros nos podemos mostrar algo recelosos al principio, hasta que olemos las intenciones del desconocido. No es nada personal, ¡es por vuestra seguridad!
Para presentar a dos perros es mejor hacerlo en un terreno neutral para ambos. Hasta el perro más angelical puede convertirse en un fiero defensor de su territorio si se siente amenazado.



Zinneke Pis
Hay una escultura muy graciosa en Bruselas de un perro orinando sobre un bolardo de la acera. Se trata de un perro mestizo, una escultura hecha en bronce por el artista Tom Frantzen. Se llama Het Zinneke (perro callejero), pero se le conoce como Zinneke Pis porque sigue la línea de otras dos esculturas muy conocidas en la ciudad de un niño y una niña orinando (Manneken Pis y Jeanneke Pis).
Las esculturas urbanas tienen diferentes objetivos: lo usual es que, al estar en un espacio público, se intente buscar cierta complicidad con el transeúnte. Que se produzca algún intercambio entre la obra y la persona que la observa. Éste se puede dar en forma de reflexión personal, a través de las sensaciones del material que se ha escogido o de relacionar la escultura en su contexto urbano. También pueden representar físicamente a una persona como un reconocimiento público o algún hecho histórico.



Luego ya depende del carácter de cada escultor. En el caso del Zinneke Pis, el artista le da un toque de humor al aprovechar parte del mobiliario urbano para integrarlo en el conjunto escultórico. El perro con una pata levantada sin bolardo no significa mucho y el bolardo es un bolardo más; pero juntos suman significados. A unos podría parecerles una escena simpática y a otros sugerirles una forma de pensar el espacio urbano de otra forma. Incluso se podría observar la sombra que proyecta la escultura a lo largo del día.
A mí, por ejemplo, aunque me hace gracia, no comparto la idea de que los perros hagan pis en farolas, bolardos, bancos, coches o paredes. Me habría hecho más gracia si el perro estuviera orinando sobre un árbol, pero también es verdad que el árbol es un elemento perecedero y un bolardo no, lo que favorece la pervivencia de la escultura.



🧐 CONSEJO DOGMAM: ¿mea tu perro en superficies no cívicas? A un perro siempre hay que pillarlo en el acto para cambiar su comportamiento. Algo que he aprendido es a darle siempre otra opción. Si le dices solo «no» se sentirá confuso: ¿no a qué? Pero si mientras está orinando le dices “pipí no”, le mueves hasta un arbolito durante la micción y termina de hacerlo en el nuevo lugar, lo entenderá. Le enfatizas «pipí sí» y señalas el nuevo lugar. Y si le bailas la marimorena y le dices lo bien que lo ha hecho intentará complacerte siempre que pueda.
Quizá no lo entienda a la primera, pero sí en poco tiempo porque son muy espabilaos. Elige un lugar para comenzar a implementarlo. Un lugar en el que el “pipí no” y “pipí sí” estén cerca. Y te aseguras de que lo comprenda con repeticiones. Cuando lo entienda ahí, podrás hacer lo mismo en los otros lugares donde no te guste que orine.
💭😅 Nota mental: al principio te sentirás una «cortarollos» pero si eres constante, acabarás sintiéndote una dogmam cívica y estarás ayudando a cambiar la percepción que tiene la sociedad de que los perros “ensucian” la ciudad.
8 comentarios
Bellísimo y útil escrito , muchas gracias 😊
Guau, aquí Picasso Perro Pastor al habla,
me alegro de que hayas disfrutado con nuestro complejo sistema de comunicación canina 🤪
A ti por leernos!
Lametones mil,
Picasso Perro Pastor
Interesante la escultura del Can en condición de calle…
La comunicación perruna es sin duda un mundo muy interesante de analizar, partiendo de la base de que el mundo es para ellos un conjunto infinito de aromas que entregan toda la información que necesitan, el olfato es el sentido que configura su realidad, es increíblemente poderoso y está sin duda aún lejos de nuestra real comprensión…y la escultura es un reflejo de esta comunicación, una imagen clásica que es tan familiar, que viene a ser parte natural del nuestro entorno…Gracias por los consejos, muy bien pensados y seguramente muy necesarios, hay que intentarlo, eso está claro, gracias de nuevo…
Y que lo digas Carlos, la comunicación perruna es todo un mundo. Me encanta cómo se relacionan entre ellos y ellos con nosotros sin hablar, y cómo consiguen expresarse usando todos los medios a su alcance. ¡La verdad es que son muy creativos! Me alegro de que hayas disfrutado del artículo,
un saludo,
Paula
Un buen artículo que además ayuda a lograr una conducta más cívica de todos.
Gracias Amelia, ese es uno de los objetivos de Cave Canem.